La ONU expresó este viernes su preocupación por el asesinato de tres líderes de comunidades indígenas perpetrados el 9 y el 13 de mayo y exigió a Guatemala que investigue los crímenes.
"Nos preocupa lo que parece ser un clima de deterioro para la defensa de los derechos humanos en Guatemala", dijo la portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (OACNUDH) en Ginebra, Ravina Shamdasani.
"Hacemos un llamado a las autoridades a investigar prontamente estos asesinatos y otros ataques y amenazas contra defensores de derechos humanos, y a garantizar que los responsables sean llevados ante la justicia", exigió la ONU .
Los tres defensores de derechos humanos asesinados en el este y el norte del país "trabajaban con organizaciones de derechos de los pueblos indígenas y de campesinos", explicó en un comunicado divulgado por la oficina del ente internacional en Guatemala.
Luis Marroquín, del Comité de Desarrollo Campesino (Codeca), fue asesinado el 9 de mayo en San Luis Jilotepeque, Jalapa (este).
Las otras dos víctima mortales, José Can Xol y Mateo Chamán Paau, eran líderes del Comité Campesino del Altiplano (CCDA) y fueron ejecutados el 10 y el 13 de mayo, respectivamente, en dos comunidades indígenas de Cobán, en el departamento de Alta Verapaz, al norte del país.
Estas comunidades, Choctún Basilá y Tres Ríos, están involucradas en procesos para garantizar los derechos a la tierra y han trabajado con el Gobierno en un acuerdo que aborda más de 50 conflictos de tierras en el país.
El Codeca responsabilizó del crimen al presidente Jimmy Morales "porque él públicamente en un discurso emitido (...) trató de afianzar odio y resentimiento" contra esa agrupación.
El pasado 2 de mayo, Morales lanzó duras críticas contra la organización campesina que en varias ocasiones ha pedido su renuncia en medio de denuncias de corrupción en la campaña electoral que lo llevó al poder en 2015.